Voitures memorables

Al igual que Homer asocia sus recuerdos a la comida, yo tengo muchos recuerdos relacionados con los coches, que de alguna manera u otra han intervenido en mi vida.

Empiezo por los de mis amigos y acabaré con el mío.

Por antigüedad, el primer puesto es para el R12 de Juan Candelo. Con su padre vivimos muchas historias cuando íbamos a pescar y en el final de sus días, el R12 nos ha acompañado en la mayoría de las juergas en el campo. Siempre había una paellera en su maletero.

Más o menos a la vez aparecieron otras tres voitures de renombre.

El Ford Sierra del Recre, vehiculo potente en manos de un chaval de 18 años, os podéis imaginar...

Otro Ford Sierra, el de Ale. Más tranquilo en la conducción pero con más solera en historias. En éste nos fuimos una noche a Portalegre (Portugal) sin saber si la gasolina nos iba a dar para volver.

Luisma si que tuvo una gran máquina. Su Wolkswagen Polo era conocido como el coche al que nunca se le cambió el aceite, simplemente se le rellenaba.

Este coche si que dió un gran servicio. Estaba presente en todas las salidas y eventos. También aprendió a andar con aire en ausencia de gasolina.

En una feria, tuvimos el centro de operaciones botellonil en un Polonez, voiture rarísima de origen polaco. Fué cedido por Talleres Antúnez. El botellón apenas estaba extendido por aquella época.

El amigo Tierno le exprimía los CV a su Seat 131 Diplomátic, un coche viejo pero potentísimo. Lástima que acabase empotrado en un todoterreno en medio de un atasco (él dijo que iba despacio...).

Tierno también posee un Seat 600. Menudas carreras ha llevado éste pobre también, pero aún sigue vivito y coleando.

El Seat Ritmo de Antuan Mandanga no se queda atrás. Vehículo oficial del piso de estudiantes. Viajábamos cinco mas el equipaje a la velocidad de la luz. Tenía sillones amplios y comodísimos. Ha sido sustituído por "la bala blanca", un Fiat Bravo que también tiene su encanto, pero no es lo mismo...

Mi favorito es el "Canyonnero", un Nissan Terrano propiedad de Mandanga. No se le pone nada por delante: carreteras, caminos, riberas...

Javi Barbas tiene un Seat 127 que una vez atascamos hasta la barriga en el barro. Aún sigue dando guerra.

Y por último, mi Citröen AX, mi todoterreno particular. Lo mismo me lleva a Madrid que por casi cualquier camino.

Aún en activo y esperemos que por mucho tiempo.

Si queréis rendir homenaje a una "Voiture memorable", ahora es el momento.